Siempre buscamos el modo de comprender cada situación. No obstante en algunos casos nos supera y nos desborda. Obviamente estamos atravesando por una situación económica nada cómoda ni cuanto menos holgada.Por ello pregunto ¿Qué nos está sucediendo?
Comprendemos que sucede en todas las áreas laborales, trasladándola inevitablemente a nuestro entorno familiar, todos tenemos las mismas necesidades.
¡¡Los niños también las tienen!! ¿Por qué menciono los niños? Asistir al colegio no importando su domicilio es un derecho adquirido por ellos.
Por lo tanto si aceptamos que los salarios son bajos, que no nos permiten cumplir con nuestros compromisos por pequeños que sean, encontremos el modo de que los alumnos logren aprender, obtener nuevos conocimientos sin retrasarse.
Sumándole que los maestros quienes desarrollan una tarea destacada, don con el que se ha de nacer, de lo contrario no se puede ser docente por obligación, se les pueda incrementar el salario llevando una vida digna.
No dejando de lado que en algunos establecimientos, los que cuentan con comedores, los niños concurren a ellos para recibir su desayuno, almuerzo como así también la merienda. No por ello le restamos la importancia debida al aprendizaje. Ambas van de la mano la alimentación y la enseñanza.
Como así también hay padres que deben trabajar sin tener la posibilidad de quedarse con sus hijos a su cuidado, o deben faltar a sus tareas dado que los pequeños no deben quedarse solos. No siempre se cuenta con abuelos, tíos, familiares en general para dar una mano, todos debemos cumplir con nuestros trabajos.
Llegar a un acuerdo implica que nadie salga dañado: ni los niños, ni los adultos. Aquí no se menosprecia ninguna actividad laboral, por el contrario se la valora. Los maestros son ejemplos de vida, dado que junto a los padres forman a los niños ayudándolos a crecer.
Foto: La Net
Mercedes Giangrande