La medida adoptada de la construcción de un muro acarrea dificultades que dejaremos para otro encuentro… que quiero decir con esto: seguridad no sé si se logrará, sí considero que discrimina. En el lugar en cuestión no sólo viven adultos asimismo habitan pequeños como así también adolescentes.
¿Cómo explicarle a un niño el porqué de esta medida? ¿El porqué de tal división? Esta criatura se va formando de un modo especial, con resentimiento, tristeza, tal vez inseguridad, desconociendo cómo comportarse del otro lado del mundo.
La solución se debe hallar poniendo límites evitando que marginen a todos aquellos que no hacen al caso, que no promueven la inseguridad. Situaciones que no se olvidan, que no forman a la persona por el contrario deforman.
¿Qué sucede si un chiquito de la villa se encuentra en la plaza con un niño que vive del otro lado de la muralla? Ya existen demasiadas diferencias las que no se pueden modificar, sin la necesidad de incrementarlas.
Si me ubico del lado del adolescente, entiendo que: adolecer no le resulta para nada simple, haciendo hincapié por la etapa que atraviesa en donde por momentos siente la necesidad de que lo guíen sin que lo demande, se percibe a través de su mirada.
Por qué no los adultos, ellos mismos han realizado notas en donde mujeres y hombres exponen con todo respeto: que son personas trabajadoras, que no precisan la construcción de un paredón para comportarse correctamente.
¿Se habrá pensado en estos temas significativos, los que incomodan a seres quienes no tienen nada que ver aunque les haya tocado vivir en ese medio?
No sólo ellos se sienten molestos también muchos de los que nos encontramos de este lado del mundo.
Mercedes Girangrande