Para mi gusto es deliciosa, la podemos presentar de diferentes formas: solas, con salsas dulces, con cremas heladas como así también decorarlas como lo deseemos, sirviéndolas en compoteras, copas o en el recipiente que se nos ocurra. Resultan saludables en cualquier época del año.
Realmente es una picardía que nos hayan prohibido comprar frutas con carozos o semillas, dado que no tenemos la posibilidad de deleitarnos con este delicioso postre. Además si tenemos en claro que un ser humano ni nadie se alimenta con la módica suma de seis pesos diarios, esta es una opción más para agregarle a nuestro menú.
De pronto no necesariamente la debemos de acompañar con otros productos, la podemos consumir sola para abaratar nuestro presupuesto. Como así también pasar los carozos o semilla a la tierra si tenemos esa posibilidad, o en macetas dado que cumplen la misma función con la finalidad de obtener plantas, las que se transformarán a futuro en árboles.
Desde mi humilde punto de vista, tengo la sensación que al señor Moreno se le escapó dicha posibilidad ante la economía de guerra alimenticia por la que estamos atravesando. Quizás su reemplazante tenga en cuenta esta idea permitiéndonos degustarlas.
Mercedes Giangrande