Existen instantes en la vida en donde no encontramos el camino adecuado, no descubrimos el rumbo justo. Impidiéndonos manejar nuestra ansiedad, la que no nos conduce a nada, sin brindarnos solución alguna. Alejándonos de la calma que nos llevaría a pensar.
No obtenemos resultado alguno cuando transcurrimos las veinticuatro horas del día con dicha problemática, dentro de nuestra cabeza. Quizás si soltamos esos pensamientos, los cuales son reales, los mismos fluyen acomodándose paulatinamente.
El ideal sería relajarse, dejando las preocupaciones a un costado, al menos por un lapso de tiempo. Está comprobado que ante tal situación compleja, esta cambia el rumbo, acercándonos una alternativa positiva. Siempre que dejemos de asemejarnos a los rumiantes, logrando tan sólo estresarnos sin permitirnos salir adelante.
Seamos” felices”al margen de los obstáculos que se nos presentan: ¡¡¡¡¡ la vida es linda!!!!!
Mercedes Giangrande













