El 18 de Marzo se estrena «Sintientes» , el documental de Juan Baldana que estará en «Puentes de Cine», y habla sobre la iniciativa de la economía empoderativa en un pueblo de la provincia de Jujuy

Por Ana Leguísamo Rameau. «Sintientes» o «Economía empoderativa», es un filme que enseña a amar la tierra utilizando la producción local y natural respetando cada uno de los códigos ecológicos. Todo, sin perjudicar a la naturaleza. Éste es un documental que muestra el comportamiento de los habitantes de San Francisco de Jujuy quienes desde su conocimiento propio y desde la enseñanza de otros que saben, toman las herramientas de la tierra para utilizarlos y explotarlos, siempre con respeto, hacia el camino de la producción y el trabajo sano.
Las frases de estos baqueanos son las que protagonizan el filme. Por ejemplo: «La naturaleza nos provee todo lo que necesitamos. Con nuestra conciencia podemos despertar el cambio hacia el nuevo paradigma de la humanidad o la extinción misma».

El colapso del equilibro orgánico del planeta es lo a que ellos les preocupa y bien saben que el hombre destructivo poco podrá hacer para revertir la situación bajo los grandes intereses económicos del mundo. Por ello, el cambio deberá originarse desde los pequeños pueblos locales, quienes irán confeccionando su propia medicina a tal punto de llegar hacia las grandes urbes como es el caso de la Facultad de Medicina en Buenos Aires para allí ofrecer su manufactura ideal.
De pronto, el documental nos posiciona ante esas tribus que tienen la certeza de la mutación total hacia el camino alternativo de la curación y es allí cuando expresan: «Una transformación es posible», y también: «La agricultura es una herramienta que golpea constantemente el suelo. Golpea la tierra y es una agricultura impuesta que perjudica por el insumo, los venenos, los fertilizantes químicos, los germicidas, el tractor o la máquina. Es ese el modelo de agricultura que golpea y perjudica a la tierra.», expresa un trabajador de Jujuy.
Los hombres y mujeres dicen que que con la agricultura natural se utilizan hierbas aromáticas, sin productos químicos y sin ácidos orgánicos. De ese modo, se respeta el comportamiento de la abeja y a través de esta forma natural también se enseña, y se estudia el proceso del comportamiento de la abeja, más su ciclo natural. Es estudiar la colmena para volcarlo a la ganadería y agricultura, y así ya se puede trabajar sin pesticidas.

La economía empoderativa del hombre consiente y sano también argumenta otros métodos por intermedio de la arcilla, la cual se limpia, se cuela y luego se usa. Ésta, cuanto mas se pudre, mejor se trabaja.
Las hierbas merecen también un párrafo aparte, cuando se utilizan para calmar el dolor de los huesos o de otra parte del organismo que duela. El Cedrón, cola de caballo, romero o molle posee varias acciones y su inserción en el mundo de la producción es innegable y recocido por aquellos que los conocen verdaderamente. Por ello, se plantea aquí el consumo de medicamentos locales.
Para cerrar, desde las pequeñas comunidades surge la urgencia de proveer y de enseñar que un mundo sano y menos contaminante es mejor para la subsistencia de todos. Se trata, simplemente, de aprender a utilizar las herramientas del respeto y la confianza. La veneración hacia la tierra y la naturaleza toda es el elemento fundamental para llevar una vida mejor alejada de la contaminación, el contagio, la polución y la transmisión de sustancias químicas hacia un mundo mejor y sustentable.