LLevamos a la plaza o parque a nuestro perro y, de pronto, un estrepitoso ruido, un grito lejano, una máquina encendida, la muchedumbre concentrada, o diversas situaciones sin explicación, hace que nuestro can salga corriendo. En la locura de su rapidez, le gritamos pero este no haca caso y sigue corriendo hasta perderse en alguna esquina.
Nuestros llamados han sido en vano, aún gritando su nombre o silbando a través de esos sonidos que , nuestra mascota, siempre ha conocido muy bien.
De este modo, el portal Consumer explica que ello puede deberse a la falta de estímulos auditivos desde cachorro o a una mala experiencia asociada a ciertos ruidos. Ante esta situación, hay que procurar acostumbrarle a esos ruidos y hacer que los asocie con una situación agradable, por ejemplo ofreciéndole una golosina y acariciándole cuando se muestra tranquilo ante ellos.
Hembras en celo
Otra causa de fuga muy habitual es que haya cerca una hembra en celo que desprende un olor característico, detectado por los machos a largas distancias. Entonces el perro saltará cualquier obstáculo para satisfacer su instinto sexual. Esta es la causa más frecuente de escapadas . La solución para estos casos es la esterilización, que además en los machos evitará problemas de próstata y en las hembras quistes ováricos y tumores de mama.
Educación incorrecta
Las escapadas también pueden deberse a un problema de desobediencia, fruto de una educación incorrecta y del establecimiento de una jerarquía inadecuada.
Persecuciones
Cuando se pretende que el perro acuda y corre en dirección contraria, no hay que ir tras él para cogerle, porque el efecto será el contrario. Es decir, el perro huirá con más insistencia. Lo ideal es que el animal siga a su dueño y no al contrario. Cuando el animal percibe que no se está pendiente de él, sino que debe seguir al dueño para no perderle la pista, cambia de actitud.
Refuerzo positivo
El estímulo positivo funciona una vez más para educar y corregir malos hábitos en el perro. Cada vez que el animal acude sin problemas a la llamada, hay que felicitarle. De esta manera, comprenderá lo que se espera de él. Los comportamientos incorrectos no cambian de un día para otro. Se necesitará tiempo, paciencia y tesón.
Correcta educación
Para evitar situaciones que, una vez adquiridas, son difíciles de corregir hay que procurar educar bien al perro desde cachorro. En caso de no poder corregir el problema en casa, se puede acudir a un adiestrador canino, que averiguará las causas por las que el animal se escapa y reconducirá su actitud.
El peligro de las fugas
Las fugas de los perros son peligrosas, puede haber accidentes y atropellos, así que hay que procurar por todos los medios que el perro no escape. En el jardín hay que colocar vallas altas para evitar que pueda saltar y llevarle sujeto con la correa por la calle.
Las causas de que un perro escape de casa pueden ser diversas: aburrimiento, necesidad de más actividad física, miedo a determinados ruidos o ansiedad por separación. Es decir, el perro no soporta la ausencia de sus dueños y sale en su búsqueda. Es cuestión de averiguar por qué lo hace para frenar la situación.
Por otro lado, es importante destacar que ciertas razas son aquellas más proclives a escaparse.
¿Qué razas de perros se escapan más?
Los perros de algunas razas tienen más probabilidades de escaparse que otros. Estas son algunas de las más comunes, si bien la lista es mucho más larga:
- Labrador retriever
- Pastor alemán
- Terrier Jack Russell
- Border collie
- Staffordshire bull terrier
- Perro pastor australiano
- Treeing Walker Coonhound
- Razas Spaniel: Cocker Spaniel, Springer Spaniel Inglés, Cavalier King Charles
No obstante, el portal naturacanina expresa que Cuando un perro se escapa durante el paseo puede verse empujado a hacerlo por muchos motivos, los cuales no siempre son los mismos; Puede Influir la edad, el carácter, la genética, el aprendizaje, la educación, el nivel de adiestramiento etc. De modo que vamos a ir viendo los motivos y también lo que puedes hacer para que deje de escaparse, que no se vaya muy lejos de ti y que acuda a tu lado cuando le llamas.
El perro que se escapa porque está muy eufórico y excitado
Es frecuente atribuir al escapismo el hecho de que un perro haya caído presa de la euforia y la excitación propia del juego. Esto es frecuente cuando está jugando con otros perros y está a tope, con los niveles de adrenalina, de endorfinas y dopamina muy altos. Estas son algunas de las hormonas que se secretan a chorro cuando hay estrés, porque debes saber que cuando tu perro está jugando con otros perros se carga de mucho estrés (el cual no siempre tiene por qué estar relacionado con llevar una vida estresada).
Al estar como una moto y presa de la euforia, si de repente ve a otro perro allá a lo lejos y se va como una flecha a saludarlo, o a “discutir” con él, no te extrañe que lo haga. También puede hacerlo si lo que ve es un balón, una bicicleta, un monopatín, etc.
¿Qué hacer en estos casos?
Como siempre digo, entre asalto y asalto un descanso. Esto significa que tras un rato “corto” de juego para que no llegue a coger revoluciones y haya perdido el control, porque observas que todavía te presta atención cuando le llamas o le dices que te mire, debes “pararlo” un poco antes de que se te vaya de las manos.
¿Cómo? Utilizando los principios de la obediencia básica; Le llamarás para que cuando venga reciba un buen premio, unas caricias y tus muestras de aprobación. Le engancharás la correa un momento para que descanse hasta que haya bajado de revoluciones.