Caminar por Almagro es volver a sentir el encantamiento de las calles del barrio que ya no están. Incluso, adentrándose más sobre los rincones de sus calles, uno puede llegar revivir el perfume de esas comidas que ya no se elaboran.
Todo es volver a revivir alguna página de la niñez de nuestra historia, porque ¿Quién no recuerda todavía, cuando éramos chicos y los amigos del barrio jugaban a la pelota en la calle de la Comuna? ¿Quién no revive todavía, en alguna siesta del verano, los juegos de los chicos atascando a algún turista con bombitas de agua mientras la bronca del pasante escupía insultos?
Para reafirmar aun más nuestro relato, mencionamos el tramo del tren que cruza por debajo del puente que se desplaza por la calle Salguero mientras el graffiti del Gauchito Gil visualiza desde el costado el paso del mismo. También la feria y esos comercios que abren sus puertas con tizas multicolores escrachadas sobre una vieja pizarra, como si el tiempo no hubiera pasado.
Por eso, Almagro es uno de esos barrios que todavía alberga sitios icónicos como Abasto. ¿Quién no expresa por ahí? Vivo en el Abasto, como si la expresión conllevara un sello de orgullo bien porteño y natural.
Almagro todavía es un lugar tranquilo, aunque se merece más verde par que los vecinos puedan disfrutarlo.
Eli Schürmann, artista del arte urbano expresa: «Vivo en Almagro hace 28 años y siento que es mi lugar de pertenencia, un espacio lleno de cultura y de diversidad cultural. Documento el street art barrial desde enero de 2011 y eso me ha permitido armar un registro de murales, stencils y otras variedades de arte urbano que habitan las calles almagrenses. Todo este trabajo es a pulmón, sin fines de lucro y por amor a mi barrio.»
Para cerrar, el arte urbano comenzó a fines de los 90 de la mano de los fanzines y la cultura punk. Son pioneros y referentes que hoy no llegan a los 50 años, como Julián Manzelli, miembro del disruptivo grupo DOMA. Chu, “de Chulian, Chuliani o Chuliano”, (Sic Infobae) como le decían sus amigos de skate, hoy instalado en España. Y Ron, vecino de Almagro, considerado uno de los 10 mejores muralistas del mundo, que hace muy poco terminó un mural de 13 pisos en San Nicolás, con eje en la crisis ambiental.