El Cementerio de La Recoleta, visto a través de sus muros, guarda una belleza arquitectónica sin igual. Es imposible no asombrarse y visualizar su arquitectura con ojos de turistas. Lo que sí llama la atención y nos abstrae es que seduce a tanta gente en el mundo por su particularidad. Más aún, si pensamos que no se trata de un parque de diversiones sino de un camposanto en medio de una ciudad ruidosa.
Por ello, es importante destacar que, esta gran necrópolis, fue construida en 1822 como primer cementerio público de la ciudad y su trazado es obra del ingeniero francés Próspero Catelin. Luego, hacia fines del siglo XIX, cuando las familias más acomodadas comenzaron a mudarse hacia esta zona de la ciudad, pasó a convertirse en su necrópolis preferida.
El Cementerio de la Recoleta es una obra de arte en sí mismo. La entrada principal es un pórtico formado por cuatro columnas de orden dórico griego, concluido durante una de sus grandes reformas ordenada en 1881 por el entonces intendente de la Municipalidad, Torcuato de Alvear.
Video en Fotos