Una comerciante dice «Hoy nos robaron unos mecheros que ya habían venido. Pasaron por dos locales de Palermo. Primero por Charcas y Thames , y luego por Salguero y Santa Fe. La anterior vez fue por un local de Urquiza. Entran, miran y, si te descuidás, se llevan la ropa debajo de la de ellos».
Las cámaras de seguridad tomaron imágenes de los ladrones, que eran un hombre y una mujer, vestidos en tonos claro oscuros. Ambos quedaron registrados en primer plano.
Cuando los cuerpos policiales realizan una intervención o allanamiento, los detenidos suelen ser sacados con sus rostros tapados o, en el caso de las imágenes, estos aparecen distorsionados. Algunas personas consideran que las caras deberían ser expuestos al público. Sin embargo, esta práctica conlleva objetivos específicos.
Aunque muchos ciudadanos, por su falta de conocimiento, piensan que no mostrar la cara sólo es para proteger al detenido, el hecho es que esta práctica es de suma importancia para el proceso judicial que podría enfrentar el involucrado.