Las ciruelas son los frutos de los ciruelos (Prunus subg. Prunus), árboles pertenecientes a la familia de las rosáceas, dentro de las cuales se encuentran otras plantas comunes como el almendro, el melocotonero o el cerezo. Se trata de un fruto característico de climas templados.

La ciruela, como la mayoría de las frutas, está constituida principalmente por agua, hidratos de carbono, y su contenido en proteínas y grasas es prácticamente nulo. Su riqueza reside en el contenido de fibra y otros elementos protectores como lo son los antioxidantes. Elegimos la ciruela roja por ser una fruta de temporada, pero también por ser una fruta color rojo/morado, que se caracteriza por tener un poder antioxidante mayor que otras frutas.
¿Qué es esto y a qué se debe? Nuestras células están sometidas a procesos de oxidación, ya sea por la simple respiración, el cigarro, el estrés, la contaminación ambiental, el ejercicio, pero también por altos consumos de azúcares y grasas. Los antioxidantes, como su nombre lo indica, evitan esos procesos, logrando mantener las membranas de nuestras células libres de daño, incluyendo nuestro ADN. Además, nos protegen de enfermedades cardiovasculares al no permitir que se formen cúmulos de colesterol que bloqueen las arterias.

Las ciruelas tienen varios antioxidantes: la provitamina A, las antocianinas, algunos polifenoles y taninos, que le dan su característico color rojo y en ocasiones morado. Cabe mencionar que entre más obscuro es el color del fruto mayor es la presencia de estos elementos protectores.
Este fruto también es conocido por su suave efecto laxante, tanto en su forma fresca como desecada (ciruela pasa). Este efecto se debe principalmente a su contenido de fibra, así como de sorbitol, una sustancia que tiene naturalmente un sabor dulce y que está presente de manera importante en esta fruta.
Además, las ciruelas son ricas en potasio, mineral que favorece el equilibrio de minerales en las células y con ello ayuda a tener un mejor control del sodio en la sangre, hecho relevante en personas con hipertensión.
Recordemos que el estreñimiento no solamente ocasiona malestar físico, sino también afecta la absorción de los nutrimentos y la eliminación de toxinas, por lo que un tránsito intestinal adecuado tiene múltiples beneficios a la salud.
¿Cómo se recomienda consumirla? Como la mayoría de las frutas, se recomienda consumir la ciruela fresca, bien lavada y es una excelente opción para consumir rápidamente entre comidas.
Cuando la ciruela se consume desecada, es decir, como ciruela pasa, disminuye su contenido de algunos antioxidantes, sin embargo algunos siguen estando activos y es una opción para alcanzar las más de cinco porciones o 400 gramos mínimos al día que nos recomiendan los expertos. Fuente: El poder del consumidor.