Por Luis Lorenzo. Finalizaba el encuentro en Córdoba entre Argentina y Paraguay. Una nueva derrota se sufre en condición de local, luego de aquella primera fecha ante Ecuador en el Monumental. Los primeros silbidos que cayeron desde el Estadio Mario Alberto Kempes, fueron la primera demostración del hincha que de a poco comienza a sentir su fastidio, su descontento. Se siente que esta selección Argentina no le da a su pueblo un poco de fútbol. Ese fútbol que fué dominado por la dinastía de Grondona que, si bien se conseguía algún campeonato fuera del Mundial, se encontraba muy atado a esa hegemonía.

Hoy la gente todavía en las redes sociales hacen críticas que sepultan a un equipo argentino que nadie cree que llegará a Rusia.
¿Cuántas veces hemos escuchado sobre una selección que deja su estado de pena en las Eliminatorias?. Muchas…
Así nos costó la única ausencia por intermedio de éste (algunas fueron por cuestiones organizativas), como lo fué en México ’70. Muchos hoy se acuerdan de esos fantasmas de 1969, cuando Argentina empató en dos ante Perú en la Bombonera. O aquél negro domingo de Septiembre de 1993, cuando Colombia aplastó a la Selección en el Monumental (0-5).
Ya pasaron dos años y tres meses, desde esa final que se perdió ante Alemania en la final del Mundial (aún no se cicatriza). Y esas dos finales frente a Chile en dos Copas América de manera consecutiva.
Desde aquella Medalla Dorada conseguida en Beijing 2008, Argentina perdió un rumbo fijo y dejó de encantar a su gente. Si hasta el Sub 20 perdió su esencia y su mística de «semillero»…
Pasaron muchos técnicos desde la final de Italia ’90. Algunos nos supieron sacar una sonrisa y otros, fracasaron en el intento. Lo cierto que el fútbol argentino también trae aparejado una profunda crisis a nivel local. Muchos clubes de los Torneos de Ascenso al que se les debe meses atrasados y se les hace imposible poder seguir.
Sergio «Kun» Agüero, se queja de que los chiquitos lo tilden de «amargos». ¿No se da cuenta, que esos chicos los tienen como referentes, como sus ídolos, y que esperan mucho más de ellos en la Selección, que en sus clubes europeos?.
Mientras a él sólo le importa su imagen personal, esos pequeños le reclaman de que Argentina pende de un hilo a la hora de clasificar; que debe ganar el resto de sus partidos, porque la posibilidad de ir a Rusia, se hará más imposible; que el equipo de Bauza juega mal, y no encanta a nadie; y que cada cuatro años, debamos hablar una y otra vez de que esta selección deja de ilusionarnos cuando pasan estas cosas.
El pueblo futbolero, como somos nostros los argentinos, no nos merecemos esto.
Queremos ir a Rusia, y queremos la Copa del Mundo…