Ubicada entre las calles Uriarte, El Salvador, Costa Rica y Fray Justo María de Oro, una pequeña ochava nos sitúa allí donde , desde el año 2017, ese angosto cordón «casi feúcho» rinde homenaje a Luca Prodan.
Luca, ese hombre talentoso, enigmático, cuestionado y apasionado por la Argentina, quizá se merecía un recordatorio mejor. Sin embargo, ese pequeño triángulo que llaman plazoleta es culto al gran músico, pero nadie sabe que, cuando pisa esa veredita, Luca Prodan tiene su rincón porque más que inadvertido, el sitio pasa como olvidado.
Son imágenes de la Ciudad.