
Todos los árboles dispuestos sobre la ciudad que conforman el arbolado público reciben el mismo control y tratamiento. En el caso del árbol frutal, por disposición de la Ley de Arbolado una vez plantado no puede ser podado, destruido ni erradicado. Según indican desde Espacio Público, lo que se intenta evitar es la propagación de especies con frutos carnosos por los problemas que ocasionan en cuanto a la higiene y la seguridad en la circulación.
«De estar en el punto adecuado de madurez podrían consumirse», aseguran en el Gobierno de la Ciudad»
En la ciudad de Buenos Aires hay 5558 árboles frutales en veredas y espacios públicos, el ranking lo encabeza la palta, con 1283 ejemplares. «El espacio público de la vereda no es para cosechar fruta, para eso funcionaría mejor un huerto comunitario en el que cada uno pueda cultivar las especies que quiera, cosecharlas y tratarlas como corresponde a cada una», opinó el presidente del Consejo Profesional de Ingeniería Agronómica, Carlos Alberto Larreguy, y agregó que en términos de contaminación ambiental no es conveniente plantar árboles frutales en las veredas de la ciudad, ya que la misma polución que hay en aire podría terminar perjudicando la salud de quien consuma el fruto del árbol.
Fotos tomadas en Palermo:
1: Limonero
2: Zapallo













