La separación implica el cese efectivo de la convivencia de ambos cónyuges reconocida legalmente, mientras que el divorcio supone un paso más (y definitivo): la disolución del vínculo matrimonial.
Por todo esto, María Guidobono, Psicóloga Social, analiza meticulosamente cada una de sus diferencias y amplía detalles sobre esta situación que involucra no sólo a las parejas sino también a sus hijos y otros familiares.
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