Por Ricardo Guaglianone. Se cumplieron 100 días del gobierno de Javier Milei, quien se proclama repetidamente ser un “enviado de Dios” para cumplir su misión en el país.
Para cumplir esa misión, Javier cuenta, con total normalidad, que recibe instrucciones políticas a través de su perro muerto llamado Conan, que vive al lado de Dios y le va trasmitiendo los mensajes que Dios le envía, que son captados por su hermana Karina que hace de médium entre Dios, Conan y Milei.
La historia de Conan y el ahora presidente es bien interesante y Javier cuenta que comenzó varios siglos atrás.
Conan era un león
Hace más o menos un mes, Milei y su hermana visitaron el Coliseo Romano y contaron una historia que comenzo hace dos mil años en ese lugar, cuando Javier era un gladiador y Conan era un león, que debían enfrentarse en una pelea a muerte, pero «el Uno»(Dios) intervino, y les dijo que no pelearan porque unirían sus fuerzas 2000 años después.
Esa pelea en el circo romano no se realizó y 2000 años después Milei (en su autobiografía lo cuenta) adoptó en el 2004 a Conan, el otrora león romano, reencarnado como un mastín inglés, que fue su mejor amigo,” su hijo”, hasta que murió en octubre de 2017.
Dentro de sus relatos místicos, el presidente cuenta en esas entrevistas, sobre las tres veces que «vio» la resurrección de Cristo y que a través de su hermana telépata, mantiene conversaciones con seres muertos y con «el número UNO», como llama a Dios y además, Conan, “su hijo”, que está sentado al lado del “número 1″ para protegerlo, le permite tener charlas frecuentes con Dios, sobre política y su misión.
Milei se dice católico, en transición hacia el judaísmo, porque mantiene una relación con líderes religiosos judíos que le refuerzan constantemente este delirio místico absurdo, y lo tienen tomado del cuello, literalmente, a tal punto que en abril junto a su hermana Karina, viajará a Miami para recibir una distinción del movimiento judío Jabad Lubavitch y serán nombrados «Embajadores internacionales de la luz».
Como se podrá suponer, Javier no dice nada acerca del genocidio en Gaza a sus mentores religiosos judíos, es más, acepta el genocidio apoyando al gobierno de Israel.
La ley ómnibus y Moisés
Su guía espiritual terrestre es el rabino Axel Shimon Wahnish que no le contradice en lo más mínimo sus irracionalidades místicas. Es que Milei, además, se compara con Moisés y lo dejo en claro cuando le rechazaron la llamada Ley Ómnibus en el Congreso.
Cuando Moisés sube al Monte Sinaí para recibir la Ley de Dios, el pueblo no lo espera y comienza a adorar a un becerro de oro. Al bajar del Monte con la ley dictada por Dios, Moises se enfurece, toma el becerro y lo quema, diciendo al pueblo que “serán castigados por no tener fe en la ley de Dios”.
Entonces Moisés ordena matar a todos aquellos que cayeron en pecado por adorar al becerro de oro.
Milei, emulando a Moises, ante el rechazo de la ley ómnibus “que era igual a la ley que Dios le revelo a Moisés” dice que fue una traición que tendrá un severo castigopara el pueblo: “Los voy a fundir a todos”.
Estos líderes judíos le alimentan este esquizofrénico y enfermo delirio a Javier y le sacan no pocas ventajas de ese trato.
Un ejemplo: el judío ultra ortodoxo Eduardo Elsztain dueño de la empresa IRSA y del Hotel Libertador donde vivió tres meses el presidente, fue designado como titular de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE). Un botín exquisito de territorios y propiedades que abarca todo el país.
Con Conan y sin Conan
El presidente, mas allá de sus cuestiones místicos, es un ser humano muy conflictivo, desquiciado en sus relaciones con el prójimo, donde él es el máximo exponente de una verdad que defiende con razonamientos a veces violentos y con ejemplos de índole sexuales perversas.
Decir que “el estado es un pedófilo en un jardín de infantes con los nenes encadenados y bañados en vaselina”, para graficar el rol negativo del estado, habla de un pobre tipo, amoral, desubicado y agresivo.
¿Acaso un Dios de Luz le ordena a través de su perro muerto, dejar de dar remedios oncológicos a personas al borde la muerte?
¿O le ordena anular programas para pacientes con discapacidad? ¿o ajustar para abajo 42% las jubilaciones?, ¿o no entregar mercadería a los comedores populares?, ¿cerrar agricultura familiar y despedir 900 personas o llevar a las industrias a su peor caída desde la pandemia?
¿Acaso Dios le ordeno que los salarios cayeran un 17%?, que lleve la pobreza al 65%, y que Pami no entregue más pañales?, ¿ni sillas de ruedas, ni material para ortopedia?
Estas medidas crueles, inhumanas, perversas, dan a entender que, si es un enviado de Dios, será del dios de las tinieblas, de un dios de odio y no de amor.
Dice el Evangelio “Amar a Dios es amar al Prójimo” y para los que son falsos profetas, Jesús dice “Por sus obras los conoceréis”. Y la obra de Milei en estos 100 días es un verdadero desastre.
Aparte de los graves desbordes emocionales, insultos, amenazas, sus políticas están llevando al sufrimiento, al padecimiento, a millones de personas: “cada uno que se arregle como pueda”.
No tener políticas públicas es destruir todo, desde el Conicet hasta el servicio meteorológico nacional, pasando por Telam, Aerolíneas Argentinas, y toda empresa de excelencia que sea estatal, mas sacar la ayuda a sectores vulnerables: “que se muera el que tenga que morir”
Pero su objetivo mayor es la balcanización de la Argentina como estado, tarea que ya empezó. La Autoridad General de Puertos (AGP) firmó un memorándum que habilita la llegada del ejército estadounidense para controlar la hidrovia del Paraná y una de las cuencas de agua dulce más grandes del mundo, el Acuífero Guaraní, sin autorización del Congreso Nacional.
¿Qué les dará Javier a los judíos, que le dicen todo el tiempo que es un elegido y tiene la verdad revelada por Dios? ¿Les dará el control de la Patagonia?
El desborde místico revela queMilei está roto emocionalmente y es un ser espiritualmente perverso, oscuro, que destruye lo que toca.
Conan, sentado al lado de Dios, le indica que hacer en la Argentina, viendo los resultados de estos 100 días, podemos decir que Conan es un engendro, y los votantes de Javier, deberían pedir perdón, sobre todo los evangelistas y católicos que han votado a este ser inmoral, cruel, soberbio, espiritualmente maligno y emocionalmente roto, que está, sin dudas, al servicio del Dios de las Tinieblas.