Hoy se conmemora el día del trabajador de prensa porque el 25 de marzo de 1946, durante el gobierno del General Juan D. Perón quedó, sancionado el Estatuto del Periodista que encuadró la tarea de los hombres de prensa y los jerarquizó como actores centrales de una libertad concreta en el quehacer diario de la labor periodística.
El Estatuto fue derogado por la Dictadura en 1976, pero su vigencia de 30 años logró garantizar los derechos gremiales hasta la actualidad. Fue también un 25 de marzo de 1977 cuando la Dictadura Militar asesinó al periodista Rodolfo Walsh en momentos en que ejerciendo aquellos derechos constitucionales, difundía una «Carta Abierta a la Junta Militar» Los Trabajadores de Prensa son todos los que realizan tareas de un medio periodístico como díarios, diaríos digitales, agencias de noticias, televisión, radios y aquellos que difunden información a la comunidad. Abarca desde director, codirector, subdirector, jefe de redacción, jefe de noticias, editorialistas, corresponsales, redactores, cronistas, reporteros, traductores, dibujantes, correctores, archiveros y todas las personas que trabajan en un medio de prensa y difusión Ley 12.908 Artic.2 consagra sus derechos inalienables para ejercer la profesión en un marco de dignidad y libertad, tal cómo la comunidad demanda. El rol central de la tarea de los trabajadores de prensa es informar y estar informados diariamente, conectados a todos los actores de la vida democrática de un país que necesita desarrollarse.
Sobre Rodolfo Walsh, destacamos que nació en Choele-Choel el 1927 y falleció en Buenos Aires en 1977. Narrador y periodista argentino que destacó como singular cultivador del género policiaco. El caso de Rodolfo Walsh es uno de los más dramáticos de la Argentina de los últimos años: después de editar varias novelas con mucho éxito y algunos escritos con no menor impacto (entre ellos el cuento «Esa mujer»), comenzó a sentir la presión del peso de las responsabilidades, en el orden personal, que le llevaron a adquirir un compromiso con la realidad social de su país y contra la devastación de los criterios de convivencia y de solidaridad más elementales.
Escribió además celebradas obras de investigación periodística: Operación Masacre (1957), Quién mató a Rosendo (1969) y El caso Satanowsky (1973). Fue uno de los fundadores de la agencia cubana de noticias Prensa Latina. A su regreso escribió los cuentos de Los oficios terrestres (1965) y Un kilo de oro (1967) y las obras de teatro La granada y La batalla (ambas de 1965). Vinculado al sindicalismo de izquierda, tras el golpe de estado de Jorge Videla en 1976 hizo pública la «Carta abierta a la Junta Militar«. En 1977 fue secuestrado y presumiblemente asesinado, aunque nunca se encontró su cadáver. En 1981 se publicó en México su Obra literaria completa.
La narrativa de Walsh
La obra de Rodolfo Walsh se inició con la publicación de Variaciones en rojo (1953), compuesta por tres relatos de clásico corte policial al estilo anglosajón: enigmas que un detective, en este caso un corrector editorial de pruebas, logra dilucidar a través de inferencias inteligentes, y de datos y detalles desapercibidos para el lector pero reveladores para el detective. En esa línea, ese mismo año compila la antología Diez cuentos policiales argentinos, donde incluye su propio «Cuento para tahúres».
En 1974 se rodó la película La Patagonia Rebelde, basada en la novela de un compañero de generación, Osvaldo Bayer; el filme causó un enorme malestar entre los miembros de las fuerzas armadas argentinas de aquellos años. Así las cosas, Walsh resolvió no exiliarse y permanecer en la Argentina hasta que, apenas comenzada la escalada terrorista del golpe militar, fue sacado a la fuerza de su casa y llevado hacia una muerte casi segura. Rodolfo Walsh fue uno de los más de treinta mil desaparecidos durante la dictadura militar de los años 1976-1983. La desaparición de Rodolfo Walsh en 1977, después de haber escrito una «Carta abierta a la Junta Militar«, influyó durante años la lectura de su obra. Pero cuando sus textos volvieron a estar libres de prohibiciones y censuras se comprobó que, junto a la figura del militante político, se erigía la de uno de los narradores más sólidos y dotados de la segunda mitad del siglo XX en Argentina.
¿Qué denunciaba Rodolfo Walsh?
La censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento de mi casa en el Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos, son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión clandestina después de haber opinado libremente como escritor y periodista .
Periodismo y militancia
En la década del ´60, Walsh publicó dos obras de teatro (“La granada” y “La batalla”) y el libro “Un kilo de oro”. Le seguiría “Quién mató a Rosendo”, acerca del vandorismo. De 1968 a 1970 trabajó en revista Panorama y en Semanario CGT. Se adhirió a la militancia sindical peronista junto a su última compañera, Lilia Ferreyra.
Entrando en los 70, la violencia institucional encontraba respuesta en la del pueblo y Walsh ingresa en la CGTA, concretamente en el peronismo de base. El “profesor Neurus” era uno de sus seudónimos. Su especialidad era descifrar códigos del área de Inteligencia. En 1973 se unió a Montoneros. Trabajó en el diario Noticias junto a Horacio Verbitsky, Paco Urondo, Juan Gelman y Miguel Bonasso.
Jorge Cedrón fue el director de la versión cinematográfica de “Operación masacre”, que fue rodada y posteriormente exhibida en la clandestinidad. Se proyectó durante 1973 en barrios y villas de Capital e interior. Se publicaba además el libro del caso Satanowski, ya publicado parcialmente por entregas. Bibliografía: Cultura, Heraldo, y vidas y biografías.