No necesitas ser periodista ni crear mega-algoritmos para descubrir las diferencias entre las noticias falsas y las reales con las que te encontrarás en Google, Facebook, Twitter… Melissa Zimdars, profesora de comunicaciones en Merrimack College, te ofrece las claves que te alertarán de que quizás ese artículo sobre la llegada inminente del Fin del Mundo no eran tan creíble como parecía.
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· El nombre del dominio: desconfía si la URL es una variación de una publicación conocida, parece un blog chapucero o bien tiene el .com.co;
· TODO EN MAYÚSCULAS Y TODO TERRIBLE: si te encuentras con titulares exageradamente amarillistas y en mayúsculas, ya puedes cerrar la ventana y leer otra cosa;
·Este autor me suena: ¿una página solo tiene un escritor para todas sus noticias o bien no tiene autor alguno? Mala señal;
· Repetición: ten mucho cuidado si ves que la página en cuestión repite una misma noticia con diferentes titulares.
Si te mienten en Facebook y te mienten en Google, ¿por qué no te va a mentir también tu correo electrónico? Cuatro investigadores de la Universidad de Michigan han creado un algoritmo que, en teoría, te alertará cada vez que un email trate de engañarte. Por ejemplo, cuando mentimos por escrito no usamos el “yo”, tú”, “él” o “ella”; inconscientemente no queremos involucrarnos en la mentira, así que cuantos más pronombres, ¡mejor para ti! Otro ejemplo: las frases demasiado largas o los párrafos de más ocultan una mentira que necesita mucho relleno para ser camuflada. Bonus track: si el correo es de una persona cercana, cuidado con las ambigüedades como el “quizás” o el “posiblemente”.
Este algoritmo made in Michigan, que todavía está en fase de pruebas, detecta mentiras mucho mejor que el ser humano. Las personas detectan una mentira el 54% de las veces mientras que este detector de mentiras textuales la clava en el 70% de las ocasiones. “Los humanos son sorprendentemente malos en la búsqueda consciente del engaño”, han explicado sus creadores. ¡No me extraña entonces que los grandes de la red como Facebook se hayan tenido que poner las pilas para velar por nuestra candidez!
