Existen diferentes modos de crecer como persona: puede ser a través de una profesión, de un ascenso laboral, de la llegada de un nuevo miembro a la familia, de adquirir algo que tanto anhelábamos, como así también dentro de nuestra vivienda.
Tiempo atrás les comenté como llevé adelante la obra de mi soñado baño, allí creí que había aprendido la lección de cómo manejarme en esa situación sin estresarme. Aparentemente no fue este el caso, aún no lo logré.
En principio uno elige tal o cual color o diseño con el que nos sentiremos a gusto, no obstante no es simple lograrlo. La persona que elegí en esta oportunidad la cual me han recomendado, pretendía realizar algún cambio, ya sea de tonalidad, de marca de pintura.
Se adueñaba del lugar intentando desarrollar su creatividad, la que yo misma había determinado, el cuidado de la limpieza una lucha, no alcanzando diarios, sábanas en desuso como así también papeles extensos para cubrir superficies, aceptando el deterioro normal de la casa debido a la situación que se vivía.
Los horarios de trabajo pactados no se cumplieron nunca, siempre existió un motivo por el retraso o por retirarse antes. Años atrás pasé por la misma experiencia en donde día a día vivía cada detalle nuevo.
En la actualidad en que desde el mes de junio a la fecha estoy atravesando por la misma situación, mi estado de ánimo se transformó en un subibaja. Comencé con toda la fuerza, con mis ideas y proyectos para reformar dos ambientes de la vivienda, tomé vacaciones en mi trabajo dado que no contaba con nadie que se turnara conmigo para llevar a cabo la obra, en fin todo mi empeño estuvo presente.
Resultado me agoté, afortunadamente la tarea de quien contraté concluyó tan sólo cinco días atrás, ahora a poner la vivienda en orden, la cual no es sencillo dado que obviamente me reintegré a mi trabajo. Acepto que no es simple realizarlo viviendo en el mismo espacio, siendo el baño como la cocina dos espacios esenciales para habitar.
Tan sólo deseo retomar las fuerzas necesarias para que todo quede como lo soñé pudiendo disfrutar cada lugar como lo diseñé, pensando que cuando le llegue el momento al resto de los ambientes me ocuparé yo misma de hacerlo, al margen de que pintar no es mi fuerte.
Mercedes Giangrande