2016 ha sido el año en que todas las compañías han querido apostar por los coches autónomos: Ford, Google, Uber (con polémicas, para variar), Tesla… Se estima que dentro de 3 años ya habrá en el mundo unos 10 millones de estos coches en circulación, por lo que se hace necesaria una regulación sobre este tipo de vehículos. Esto ha hecho saltar muchas voces de alarma, como las aseguradoras, que están muy preocupadas : en caso de accidente, ¿de quién es la culpa?
A pesar de esta corriente negativa, hemos empezado 2017 con una gran noticia sobre coches autónomos: un vehículo de Tesla ha demostrado que pueden evitar accidentes, por lo que, quizás, al final hablar de accidentes sea cosa del pasado. No es solo marketing: podemos ver el suceso en un espectacular vídeo en el que el piloto automático de uno de estos coches ha evitado una colisión haciendo uso de su radar. Ojalá esto sea la norma y no la excepción.
También es importante resaltar, más allá del articulo anterior sobre «Autos que manejan solos», la importancia del diagnósitco precoz en la tecnología. La tecnología no solo nos ayuda a curar enfermedades, también es una herramienta muy útil para el diagnóstico. La última invención en este aspecto es una máquina diseñada por los investigadores del Instituto de Tecnología de Israel para detectar enfermedades con solo el aliento del paciente.
Como quien sopla un alcoholímetro, con este aparato se van a poder diagnosticar hasta 17 enfermedades, como Párkinson, Crohn, esclerosis múltiple, enfermedades renales y cánceres incluyendo cáncer de pulmón, colorrectal, próstata y ovarios.
Sin duda con esta noticia empezamos el año con muy buen humor.
Quizás aún no seamos capaces de acabar definitivamente con el cáncer o de encontrar una forma de frenar las enfermedades degenerativas, pero un diagnóstico temprano puede mejorar la calidad de vida de los pacientes que sufran estas enfermedades.