El Senado rechazó este jueves a la madrugada el proyecto de legalización del aborto luego de una sesión que duró más de 16 horas y sin que hubiera margen para un proyecto intermedio, por lo que el tema no podrá volver a ser tratado hasta el año próximo.

La votación resultó exactamente como se pronosticó, con 38 votos en contra del proyecto aprobado por la Cámara de Diputados, 31 a favor, las abstenciones del santafesino Omar Perotti y la neuquina Lucila Crexell. La única ausencia al momento de votar fue la de la puntana María Eugenia Catalfamo, de licencia por embarazo.
Los senadores a favor de la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo bajaron al recinto ya resignados a una probable derrota, debido a la diferencia de votos entre ambas posturas.
En ese contexto, se barajó la opción de votar, luego del rechazo, un proyecto alternativo de despenalización, dado que
Crexell y Perotti impulsaban dos iniciativas en ese sentido, pero esa posibilidad fue descartada desde muy temprano por quienes respaldaron la legalización.
Algunos discursos
Senadores a favor y en contra de la ley expusieron sus argumentos con discursos que variaron entre los 13 y los 18 minutos en promedio.
– Mario Fiad (Jujuy-Cambiemos), en contra: «No pudimos implementar mínimamente la ley de Educación Sexual Integral, la ley de salud sexual y procreación responsable, y hoy estamos pretendiendo legislar sobre las consecuencias que dicha omisión produce».
– Pedro Guastavino (Entre Ríos-Justicialista), a favor: «He recibido gran cantidad de mensajes que en nombre de Dios me descalificaban. Me la pasé esquivando crucifijos. Un sector de la Iglesia que quizá cuando nos desaparecían, torturaban, daban vuelta la cara, o cuando torturaban y violaban a nuestras compañeras desaparecidas miraban para otro lado».
– Dalmacio Mera (Catamarca-Justicialista), en contra: «Esta media sanción es inconstitucional, no resuelve el problema de la clandestinidad y no despenaliza a la mujer».
– Norma Durango (La Pampa-Justicialista), a favor: «La maternidad será deseada o no será. Es un tema que ha dejado de ser agenda exclusiva del feminismo, es un tema de la agenda social».
– Esteban Bullrich (Buenos Aires-Cambiemos), en contra: «Hay mujeres que toman la trágica decisión de hacerse un aborto. No es un fracaso de esa mujer, es un fracaso de nuestra sociedad. Este proyecto de ley, que es malo, no apunta a reducir el aborto, sino que legaliza el fracaso».
– Nancy González (Chubut-FPV), a favor: «El sistema de salud público atiende 50 mil intervenciones al año y tenemos un presupuesto público de 1.000 millones. Si aprobamos esta ley el presupuesto disminuiría un 43% y si tuviéramos la producción pública del misoprostol disminuiría en un 55%». Buenos Aires, NA.
Misa por la Vida : “Pretenden legitimar por ley que un ser humano elimine a otro”

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Por otro lado, mientras se debatìa la Ley del Aborto y en paralelo, el cardenal Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, presidìa esta noche una “Misa por la Vida” en la catedral metropolitana, mientras en el Senado se debatía el proyecto de aborto legal.
La Eucaristía fue concelebrada por monseñor Oscar Ojea, obispo de San Isidro y presidente del Episcopado y una treintena de obispo, además del nuncio apostólico, monseñor Léon Kalenga Badikebele. También asistieron representantes de otras religiones.
“Nos hemos congrega para celebrar la eucaristía por la vida y en esta fuente de gracia queremos pedirle a nuestro Padre Dios por la aventura de todos los niños y niñas que esperan nacer en la Argentina”, expresó en medio de los aplausos de cientos de personas que colmaron la capacidad del templo.
El primado argentino pidió que “en estas circunstancias que nos encuentra la Patria, también nosotros salgamos al encuentro del Dios de la vida, para exponer nuestro deseo por las dos vidas: la de las madres y la de los niños por nacer”.

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“Durante meses en ambas cámaras legislativas se escucharon voces a favor y en contra del aborto legal, gratuito y público. Todos tuvieron su tiempo para exponer su punto de vista y fueron escuchados por los legisladores en un saludable ejercicio de la democracia. Pero los únicos que no tuvieron la oportunidad de hacerse escuchar son los niños que luchan por nacer y entrar al banquete de la vida”, advirtió.
El purpurado recordó que San Juan Pablo II afirmaba que “todo hombre puede conocer el valor de la vida humana desde su inicio hasta su término y afirmar el derecho de cada ser humana a haber respetado este bien primario suyo” y agregó citando al santo: “En el reconocimiento de este derecho se fundamenta la convivencia humana y la misma comunidad política”.
“Además de nuestras creencias, nos nueve asumir su causa una razón humanitaria el cuidado de la vida, el principal derecho humano y primer deber del Estado, del que ninguno debe sentirse excluido”, enfatizó.
“En estas horas, los legisladores del honorable Senado de la Nación debaten el proyecto de ley sobre la interrupción voluntaria del embarazo, lo cual supone la despenalización del aborto, con el eufemismo interrumpir, lo que causa una irreparable efecto. Lo cierto que se pretende legitimar por primera vez en la legislación argentina que un ser humano pueda eliminar a su semejante”, aseveró.

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“Nos preocupa sobre manera, porque después de la interrupción no hay nada más y dejaría sin protección penal la vida de los niños y niñas sin nacer, legalizando la muerte provocada de un modo directo de una persona inocente, excluida de la legítima defensa, sin juicio y proceso, a la que le cabe esperar sin salida el fatal desenlace”, añadió.
El purpurado sostuvo que “el corazón y la razón se revelan ante tamaña injusticia, porque los no nacidos tienen derecho de participar de nuestra historia, de pertenecer a una Nación Nación, suelo en que se nace, donde hay lugar para todos y nadie sobra”
Por último, el cardenal Poli confió a la Virgen de Lujan, patrona nacional, todos los niños nacidos y por nacer en la Argentina.
Al terminar la misa, los obispos bendijeron a los presentes y a la Nación, además de una oración interreligiosa, mientras se acercaba la hora de la votación en el Senado del proyecto de aborto libre.
Muchos de los presentes en el templo, en su mayoría jóvenes y familias, exhibían el pañuelo celeste con la leyenda “Salvemos las dos vidas”.
En algunos asiento se vieron funcionarios nacionales, diputados, representantes sindicales y de organizaciones sociale. Agencia AICA.