Por Ana Leguisamo Rameau. Cada vez son más los que optan por andar en bicicleta en la Ciudad. No es una moda, es un estilo de vida que convoca a todas las edades. Por eso, quienes disfrutan de este medio de transporte, sabrán que no sólo éste nos muestra las delicias de emocionarse con la velocidad sino también las ventajas para lograr una mejor salud, ya sea adelgazar, hacer trabajar mejor nuestro corazón, circular más velozmente la sangre de nuestras venas y arterias, y un sinnúmero de posibilidades puestas en marcha.
Al principio, el Gobierno de la Ciudad, innovó abriendo postas en distintos puntos de la City, aunque llega un momento que el ciudadano busca tener su propia bicicleta, y no este hecho no es algo pasajero sino también, cuando uno monta este vehículo, hasta llegar a fantasear con viajar día a día hacia el trabajo. Por supuesto, de eso se trata, la bici no es sólo un móvil de paseo de fin de semana. Puedo convertirse también en el medio de transporte que nos llevará todos los días hacia el trabajo o hacia donde necesitemos ir.
Dentro de los planes de los porteños, la bici, debería ser unos de los puntos primordiales a tener en cuenta como fuente de ahorro. No por ello y menos importante, está el hecho de ser muy prudentes al manejar pues no sólo se trata de hacerlo bien y ser cuidadoso.
Ocurre (muchas veces) que existen intolerantes que manejan coches o motos y no respetan las bicisendas logrando, cada vez que pueden, estacionar sobre ella, o bien (en el caso de los motoqueros) meterse en la misma llevando por delante a los ciclistas.
De eso se trata. Si usted quiere comprar una bici, no lo dude: hágalo, pero sea muy prudente y no sólo maneje por usted. Hágalo también por el otro pues , muchas veces, el atropello viene del lado opuesto, aunque usted sea cuidadoso y prudente.