Scioli no quería ser un presidente sin carrera universitaria, al contrario del ingeniero Mauricio Macri o el abogado Sergio Massa, y en los últimos meses, según sus propias palabras, utilizó los “ratos libres” para estudiar y sacar las nueve asignaturas que le quedaban en la privada Universidad Argentina de la Empresa, en la carrera llamada en Argentina de comercialización y conocida como márketing. En realidad en los últimos días esos ratos libres los utilizó al menos este fin de semana para acudir a veladas de boxeo y conciertos de rock, además de múltiples actos políticos, pero aun así aprobó el candidato aprobó.
Scioli, en plena campaña, utilizó incluso su tesis para lanzar un mensaje político: habló del caso de la empresa de fabricación de vajillas Durax, que quebró en 1999 y fue recuperada por los trabajadores en una cooperativa y logró salvarse. Scioli aseguró que terminar la carrera era una vieja deuda que tenía con su padre, fallecido en 2002, que vio con dolor cómo su hijo, al que su fortuna había dado muchas posibilidades, dejaba los estudios. En la pizarra en la que fue examinado, el candidato peronista escribió: “Papá: Tesis 7, misión cumplida”. Esa fue la nota que le pusieron.
Patricia Núñez Vega